El Domingo de Pascua, celebrado el 31 de marzo, es una de las festividades cristianas más importantes en Ecuador, conmemorando la resurrección de Jesucristo tras la crucifixión. Las iglesias organizan misas solemnes con procesiones llenas de flores y cantos alegres, mientras las familias se reúnen para compartir desayunos festivos que incluyen panes dulces, chocolate caliente y platos típicos como el hornado. En las zonas rurales, se realizan actividades comunitarias como la decoración de altares y la quema de figuras simbólicas, mezclando tradiciones indígenas con el cristianismo. Los niños participan en juegos y búsquedas de huevos de Pascua, una costumbre importada que ha ganado popularidad. Esta celebración resalta la alegría y la renovación espiritual, consolidándose como un momento de unión familiar y fe en todo el territorio ecuatoriano.
