El Equinoccio de septiembre, que ocurre el 22 de septiembre, es un fenómeno astronómico en el que la duración del día y la noche es igual, marcando el inicio de la primavera en el hemisferio sur y un momento de equilibrio natural. En Ecuador, esta fecha tiene un significado especial en comunidades indígenas, como las de Imbabura o Loja, donde se realizan rituales para agradecer a la tierra por su fertilidad y pedir una buena temporada de siembra. Estas ceremonias incluyen danzas circulares, ofrendas de flores y frutos, y cantos que resuenan en los campos. Aunque no es feriado oficial, muchas personas aprovechan para organizar caminatas, picnics familiares o eventos culturales que combinan ciencia y tradición, destacando la conexión del pueblo ecuatoriano con los ciclos naturales. En ciudades como Cuenca, también se realizan exposiciones sobre astronomía, haciendo de este día una celebración educativa y espiritual.
