El solsticio de diciembre, que tiene lugar el 21 de diciembre, marca el inicio oficial del verano en el hemisferio sur y es reconocido como el día más largo del año, con la mayor duración de luz solar, un fenómeno que tiene un profundo significado astronómico y cultural en Ecuador. En comunidades indígenas, especialmente en la Amazonía y la Sierra, esta fecha se celebra con rituales ancestrales para honrar a la Pachamama, la Madre Tierra, agradeciendo la abundancia de las cosechas y pidiendo protección para los ciclos agrícolas venideros. Estas ceremonias incluyen ofrendas de flores, frutas y alimentos, acompañadas de danzas y cantos que resuenan en la naturaleza. Aunque no es un feriado oficial, muchas personas aprovechan para organizar festivales al aire libre, picnics familiares o actividades recreativas en parques y ríos, disfrutando del clima cálido que caracteriza esta temporada. En zonas urbanas como Quito o Cuenca, también se realizan eventos culturales que combinan la ciencia astronómica con la tradición, destacando la conexión del pueblo ecuatoriano con los ciclos naturales y su herencia multicultural, haciendo de este día una celebración de vida y renovación.
